Una historia real de un estudiante malo.

Este relato es de la vida real, por razones obvia no digo su nombre, más lo llamaré José (Como tantos que hay en nuestra bella América y el mundo). Se basa en como la educación formal no ha evolucionado en sus métodos desde hace algunos siglos y en la actualidad lo que más se añora y busca es el “Titulo” y no el saber (Como era en la época de la nobleza) ocurriendo lo que Yo denomino “Titulitis aguada crónica y terminal”; se trata de como desde el primer nivel de la educación inicial hasta terminado el bachillerato el sistema sacrifica la originalidad y la autenticidad de cada sujeto en una suerte de adoctrinamiento, igualar a la media “De los que tienen la nota o calificación en las materia mas alta” o execrar como “MALO” a quienes no aprueban o deben repetir grados hasta lograrlo.

José, inocente de lo que es el sistema educativo (Solo los referentes de su madre apenas 3ro y el padre 6to, ambos de primaría) desde el primer día observa que hay mucha exigencia por ser evaluado de si cumple o no con las tareas, si están “Buenas” o “Malas”; cosa que al principio lo siente como normal, mas luego al subir de grado percibe como una dictadura de la nota, una especie de capitalismo de puntos donde si sacas más eres el mejor y los que menos son malos.

Él, José que desde el vientre de su madre, quizás desde los escrotos de su padre, sabia (de forma innata y rebelde) era único, y  en la fecundación peleo con millones de almas que al igual que él querían la vida en este plano, no se dejaba domesticar, comprendía con los pasos de los años que habían deberes y derechos, pero estos jamás definirían quien era Él como persona, por alguna razón, la falta de educación formal de sus padres (No así de cultura), la libertad de pensamiento, el temperamento genético de la familia y el carácter que iba aprendiendo le decían que “Estudiar” era divertirse, convivir, compartir experiencias y disfruta en el proceso de aprendizaje, no eso que desde el jardín de infancia le querían inculcar de ser el primero, segundo, tercero para ser especial desde el tercero al penúltimo normal y el último anormal, lerdo, retardado o calificativos peyorativos aún más insolentes.

A José, con el pasar de los años no le fue mejor, cada día se salía más del molde o patrón social aceptado para el ron infringido de estudiante, y era catalogado de indisciplinado y con pocos méritos para ser UNIVERSITARIO, de hecho más de un maestro, enfadado porque todo se lo tomaba a la ligera, a lo divertido, lo expulsaron de sus clases, sin embargo Él de manera muy libertario pasaba las mínimas evaluaciones  y con ello lograba la media de la nota lo que le garantizaba no repetir grados con el asombro de muchos.

Así, fueron pasando los años y José uno a uno a su manera los fue aprobando, no sin el castigo constante de la madre por su grado de desorganización y el apoyo de su padre Exmilitar, Policía de oficio, hombre muy lector que extrañamente no se comportaba como los de su casta y más que golpear o castigar apoyaba a José, muy en contra de lo que decía su madre; llega el ultimo año de bachillerato y como era de esperarse termino con una nota de 10.50 de 20 puntos lo que no le daba oportunidad de cursar ninguna carrera universitaria publica, no asiste al acto de graduación al no tener ni las ganas, ni los recursos (Eran de familia muy humilde) y tampoco tenia el deseo de ver como María se graduó con 20 de 20 y entrará a la facultad de medicina, Carlos Alexis 19 de  20 Ingeniería, Luis 18 de 20 Derecho, así sucesivamente todos hasta llegar a 15 de 20 y obvio el con 10.50 de 20, ni para mecánico servía, solo para delincuente (Eso decían sus maestros por su forma de vivir la vida, libre y a su gusto a pesar de lo duro que lo trato el sistema).

Pero, al igual que el agua todo en la vida fluye, todo sigue un ritmo a veces extraño, José decide que como para prestar servicio militar un bachillerato era mas que suficiente y viendo que su padre, hombre de honor, inmaculado, culto, calmado, con aplomo, cordial, educado y sobre todo padre amoroso era “Policía” (Obviamente jubilado a los 17 años de vida de José) pues, no queda de otra “Iba a ser militar de tropa y con suerte de carrera”.

A veces dicen que los milagros existe, y que si la madera es buena, ni el fuego o el agua la destruye (existen navíos de hace 400 años en el fondo del mar que están intactos y son restaurables) en José la disciplina, el espíritu de cuerpo, la vida de las armas, el proceso del día a día del Soldado lo impacta desde el 1er día, antes de Juramentarse (suele hacerse a los 90 días después de ingresar) con apenas 30 días lo elevan a Soldado distinguido, a los 6 meses Cabo 2do y a los 12 Cabo 1ro, rango más alto y en menos tiempo, por cuanto, el servicio es de 24 meses, en todo ese tiempo aprendió a leer con deseo (hasta el diccionario se leyó completo) a interpretar al sistema y por fin comprendió que la sociedad es un grupo de piezas en orden. donde las originales son execradas, porque no encajan, y terminan de ermitaño o parias; comprendió que esforzarse da frutos y alcanzo ser barbero, parquero, logístico, encargado de la cantina, del rancho de tropas (Y a veces hasta remplazante de pelotón sin ser sargento) todos sus compañeros, subalternos y superiores decían lo mismo “Debería ser militar de carrera porque para prusiano él” sin saber su paso de “Estudiante malo”.

La vida militar al final tampoco fue lo suyo, descubrió que el honrado, honorable, recto y pulcro, o pendejos como suelen llamar a quien no es corrupto era su padre, no los militares y hasta allí llego su carrera, no sin antes hacer un paso por la armada donde en todo momento madre y padre lo apoyaron, pero él, José como libertario que fue en su vida, decidió que hasta allí era su tiempo de Soldado y se fue.

A partir de este momento, y sé que te gustaría conocer más de la historia de José y créeme que me gustaría contártela toda, me centraré en contarte porque TU tal vez igual que JOSÉ eres un “Estudiante Malo”; lo eres porque algo en el fondo de tu alma te dice “Se Tú, se único, sigue tu ritmo, no a la manada” pero te rindes, te dejas domesticar y con ello logras los títulos, las metas, los objetivos que dicta la sociedad como normal, casa, carro, lujos, dinero, esposa, hijos y finalmente la lápida, sin detenerte un minuto a pesar ¿Qué es mi vida, cual es su ritmo y cuál es mi propósito en ella?, ojo, no critico ni juzgo a nadie que juegue las reglas de la sociedad, porque la parte final de la historia de José, en el plano académico, termino totalmente contraría a lo que le pronosticaban las pirujas y los brujos de su vida; pero algo si demostró José que nada, ni nadie debe y tiene porque acelerar tu proceso de desarrollo, que si no es significativo no vale el esfuerzo estudiar tanto, y que al final sea cual sea el camino o la ruta que sigas habrá un final y esperemos sea el que tanto deseabas.

¿Qué como termino José?; Bueno, ¿Recuerdan a María, Carlos, Luis y todos los que terminaron con altas notas y fueron a las facultades? Ninguno fue universitario, de hecho muchos no pasaron del 1er año, y terminaron casados con hijos, divorciado y vuelto a casar; es decir el sistema se equivocó, como siempre, y no todo el tiempo una buena nota define el destino de la gente (Ojo no digo que no, pero no es una ley) mientras que José se graduó 1ro de TSU en Contabilidad y Finanzas, Luego de Licenciado en Administración, seguido de Abogado, luego Psicólogo, Master en Finanzas, en Tributos, en E-Learning, Gerencia , Psicología Organizacional, Mercadeo y Comercio Internacional, MBA, Doctorado en Gerencia y luego en Ciencias de la Gerencia, 25 Diplomados, Bilingüe, (siempre pago sus estudios porque era lerdo y no apto para estudiar en universidades públicas) laboró para empresas corporativas, nacionales e internacionales, profesor universitario en varias universidades, se mudó y vivió en todo su país y fuera de este, en fin, creo demostró que a veces el sistema se equivoca, de hecho aún el sigue siendo original y único, solo que aprendió como jugar con las reglas, y quizás muchos dirán “Ahora es él quien tiene Titulitis” y créeme que no, no lo tiene, y la prueba esta que a sus 48 años dejo todo atrás, comenzó otra vez de cero con su firme convicción de que todos los días aprendemos algo, da clases on line,  y eso le da paz y felicidad, el resto de las presiones del sistema le sobran solo las vive y ya, sin traumas.

Espero, si eres joven, adulto o mayor, esta historia te sirva de guía y puedas alcanzar tus metas, objetivos y propósitos sin dejar de ser tú, y lo más importante “Siendo, único y original” sin dejar de estar en paz y felicidad.

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